Uno nunca sabe de dónde puede venir una ráfaga de fuerza. A algunos les llega mientras ven una película clasificación B, con palomitas y refresco sin azúcar.
A otros en la mitad del tráfico, cuando la luz roja los hace detenerse, y pensar.
Y puede que exista uno más que, sentado frente al ataúd de su padre, decida "echar pa´lante".
En mi caso, llegó de unas líneas que cabalgan demonios.
(Espero que la ráfaga tenga la naturaleza de la cotidianidad y perdure. Espero.)
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Un día, Nervo tendrá un hijo el hijo sabrá del filóso como charrasaca, lo amará .
Hace un año caminé por el centro y le compré unos aretes. Éste, el primero, no iré a tu tumba.
No puedo. Me duele.
Tengo una imagen: Mi hermano, frente a tu sepulcro, quince días después de tu muerte y veinte antes de la suya. Fue la última salida de mi hermano.
Ahora lo sé.
Mi padre, quería hacer una comida, para mamá, pero tú Juan, te fuiste. Y no hubo nada.
Ni habrá.
Sin ti, solos, perdidos, muertos de tu vida, y atravesados por tu ausencia, los días pasan l e n t o .
Y si uno se levanta es porque está en el río que no cesa ni para detenerse un segundo y llorar. Si es que queda alguna lágrima.
Un día, alzaré la vista y te veré en medio del cielo, con tu traje de astronauta, sin tanques, sin tos. Y nos iremos para siempre de este mundo que adolece sin ti.
"Hay tienes que había una vez un muchacho más loco, que toda la vida se la había pasado sueñe y sueñe. Y sus sueños eran, como todos los sueños, puras cosas imaginarias...Una vez vinieron los Reyes Magos y le trajeron un libro lleno de monitos donde se contaban historias de piratas que recorrían las tierras y los mares más raros que tú o yo hayamos visto. Desde entonces no tuvo otro quehacer que estarse leyendo aquella clase de libros donde él encontraba un relato parecido al de sus sueños.
Se volvió muy flojo. Porque a todos los que les gusta leer mucho, de tanto estar sentados, les da flojera hacer cualquier otra cosa. Y tú sabes que el estarse sentado y quieto le llena a uno la cabeza de pensamientos. Y esos pensamientos viven y toman formas extrañas y se enredan de tal modo que, al cabo del tiempo, a la gente que eso le ocurre se vuelve loca.
Aquí tienes un ejemplo : Yo."
Señor, la jaula se ha vuelto pájaro, qué haré con el miedo.
Al otro lado del río.
"EL PASADO"
Entre una ruina y otra ruina
levanté una casa,
entre dos fantasmas instalé una fe,
entre un abismo y otro abismo
dispuse los manteles de la mesa
y sonreí cuando entre dos montones de cadáveres
surgió un tulipán.
Así es como he vivido
hermanos míos.
¿Me comprenden ahora?
Así he vivido.